Hace poco más de un siglo, Marie Curie recibía el premio Nobel de Física, convirtiéndose en la primera mujer de la historia en recibirlo. Ocho años después logró su segundo reconocimiento, el premio Nobel de Química. Podemos imaginar lo que aquello supuso en una época en la que el concepto de igualdad apenas comenzaba a ser un sueño que intentaba hacerse realidad a base de futuras utopías. Continuar leyendo